La mirada educadora de Paulo Freire
Hola, hola. Estimados lectores y lectoras de Mundo Lira.
Espero que se encuentren muy bien.
El dia de hoy les traigo extractos seleccionados de un ensayo que realicé para una de las materias en mi tiempos de estudiante (es un ensayo de hace 2 años) y queria compartirlos por ser un tema de interés y reflexión ante las metodologías pedagógicas aplicadas en la actualidad en contraste con las metodologías de antaño.
Por cierto, es mi tipo de pedagogía favorita... pese a que no enseño ni nada. Pero me gusta la concepción de que la educación y el conocimiento que adquirimos en el aprendizaje debe usarse para guiar a otros y no como alimento para el ego y la arrogancia. Ojito con los que dicen: ¡¿Para eso estudiaste?!. Como forma de hacerte sentir inferior en una discusión donde tus conocimientos de lo que estudiaste no tiene nada que ver con el tema tratado.
El pensamiento pedagógico de Paulo Freire para una educación liberadora
La pedagogía de Paulo Freire parte del contexto de que América Latina estuvo conformada por grandes desigualdades sociales y económicas en la segunda mitad del siglo XX, siendo un escenario donde se propusieron métodos educativos afines en el campo Pedagógico Desarrollista, un sector de educación opuesto a las pedagogías de la liberación donde Freire expone sus planteamientos de una pedagogía liberadora que surge de la práctica y se sistematiza en la Pedagogía del Oprimido, catalogada definitivamente como Pedagogía de la Esperanza en términos de expansión de los intereses del mercado sobre el derecho de las personas a educarse en espacios públicos bajo grandes corrientes filosóficas, los principios de la educación popular, los círculos de cultura, los movimientos sociales y la formación docente con un modelo dinámico y constructivo.
Hablar de metodologías bajo el concepto de liberación es reflexionar acerca de los métodos de enseñanza que desvelan las intenciones socio-políticas y económico-culturales que el sistema imprime con fuerza y tenacidad en las mentes de cada uno de los actores del fenómeno educativo, contrario a lo que busca Freire ante la búsqueda de una reforma del sistema educativo, poniéndola en evidencia, desnudándola para que se vean las intenciones encubiertas en la forma y el modo, en el contenido y en el fondo donde circulan los intereses preconcebidos de los opresores.
Se entiende que la escritura no es neutra y que la palabra, por ser dinámica e interpersonal, conforma la matriz de la acción y la reflexión, siendo parte constitutiva de nosotros, del lenguaje, la práctica discursiva que posibilitan el autoconocimiento, el situarse o asumirse frente a los otros con el diálogo y el ocupar un lugar en el contexto de la educación bajo una búsqueda de conexión de evidencia a través de la expresión de los alumnos/profesores, con el fin de permitir una mejor comprensión y conocimiento de la realidad educativa.
En el inicio de la década de los 60 surge la teoría del desarrollismo y subdesarrollo como un proceso lineal que percibió a la educación como un sector auxiliar para sus propósitos económicos, adjudicado a la preparación de los recursos humanos. Lograr el desarrollo a través de la industrialización intuye que no solo se sujeta a una suerte de importación de modelos económicos, sino que, además el afianzamiento de concepciones pedagógicas debe servir a sus fines.
A partir de aquí, se le da cierta prioridad a todas aquellas cuestiones que tienden al logro del crecimiento económico. Con este fin, se propiciaron reformas que pretenden un adiestramiento rápido de la mano de obra productiva para el proceso de industrialización. La denominada dependencia ha afectado considerablemente los procesos de aprendizaje en la toma de decisiones y del desarrollo en la región del Sur, donde el subdesarrollo no se va a poder corregir con la importación de modelos económicos de países desarrollados.
Como indica Freire, el subdesarrollo no tiene una razón en sí misma, sino al contrario, la razón está en liberarse de aquella dependencia. De este pensamiento parten las pedagogías de la liberación, con un abanico de propuestas educativas que se desarrollaron en aquellos lugares del mundo donde la situación de dependencia impulsó el compromiso por la liberación, a pesar de la diversidad.
Freire, al ser el máximo representante de aquellas pedagogías en países industrializados y del tercer mundo, elaboró un pensamiento pedagógico caracterizado por «su fe en la educación como proceso emancipador, por su práctica encaminada al logro de un mundo más justo y más humano, por su solidaridad con los grupos sociales más desfavorecidos.»
Estas propuestas y modelo de educación nacen a partir de su propia experiencia, donde comprendió la situación de los pobres-analfabetos y aprendió a comunicarse fácilmente. Con ellos trabajó y dedicó su quehacer pedagógico.
La práctica educativa juega un papel fundamental en la elaboración de la teoría pedagógica de Freire y se vincula inexorablemente a la teoría que denomina como «La teoría es puro verbalismo inoperante; desvinculada de la teoría, la práctica es activismo ciego» (Paulo Freire, La importancia de leer y el proceso de liberación (2006)); lo que le permitió a Freire realizar el análisis de la relación entre educación y sociedad, llevándolo a la comprensión de las determinaciones sociales de la educación y de cómo la clase dominante transmite su ideología a la clase dominada.
Laboratorio en la Comunidad.
11/05/23
Eso es todo por hoy. Espero que les haya gustado la entrada de la semana y nos vemos en la próxima.
¡Saludos!
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